¡Let’s do it!

Esta idea de repetir lo haré mañana, pasado mañana y la próxima semana, pasará facturas en algún momento de nuestra vida...

Estoy sentado enfrente de esta computadora desde hace 30 minutos, ya me paré al baño y regresé. Contesté una llamada, colgué y regresé. Me peiné lo que hay en la televisión, zapping sin parar, y regresé. Le dí de comer a Octavio, el pug del hogar, y regresé. Ya le di dos tragos a mi expresso y sigo sin tener claro qué les puedo decir que no sea el clásico choro infernal de motivación, de cerrar círculos, de resiliencia o acabar con la rutina del vivir sin sentido. cosas que al final solamente tú decides si hacer o no.

Lo que sí les puedo decir es que esta idea de repetir lo haré mañana, pasado mañana y la próxima semana, pasará facturas en algún momento de nuestra vida.

Al final, uno puede hacer lo que se le dé la regalada gana, pero lo importante es, por lo menos, ser totalmente consciente de por qué y para qué lo estás haciendo. Hace poco escuchaba a Adm. McRaven diciendo: “Si quieres cambiar el mundo, comienza por tender tu cama”. Y sí, si no puedes hacer bien las pequeñas cosas, nunca harás bien las grandes cosas.

No hay mejor manera de hacer las cosas, que haciéndolas. Ah, ¿y si fracaso?, pues ya aprendiste una lección, de eso se trata la vida del emprendedor, de ir aprendiendo de los errores.

Es momento de dejar de lloriquear por todo lo que no tienes, lo que no eres y lo que no has conseguido y ponerte a hacer lo que tienes que hacer para que todo eso suceda. No importa cuál será tu método, pero hazlo, y hacerlo es darte cuenta que sí tienes, que sí eres, con qué sí y qué no cuentas y diseñar el plan para construir la vida y el futuro que quieres sobre eso.

La gente más exitosa que yo conozco ni viene de familias ricas ni tiene doctorados ni tiene necesariamente suerte. Son personas que se han partido la madre para llegar a donde están, que han estado dispuestas a pagar el precio en cada paso del camino y que sí han tenido la inteligencia para reconocer oportunidades (grandes y chiquititas) que se les han presentado en el camino.

Así que... let’s do it!